Historia


La historia política del Tíbet y el inicio del conflicto con China

El inicio de la historia política del Tíbet se remonta al año 763, cuando el Tíbet gozó de un importante desarrollo económico y social gracias al mandato de el rei Songtsen Gampo, que además llevó a cabo la expansión hasta las fronteras de China. 
En el año 821, después de una série de conflictos, se firmó un tratado de paz con el imperio Chino que duró hasta el siglo XIII, cuando el imperio mongol cogió el control de la región.
El mandato de los mongoles terminó en el siglo XVIII, después de que China enviara un comisionado para que se hiciera cargo del gobierno tibetano. En consecuencia, se llevaron a cabo una serie de revueltas para poder recuperar el control de la región. Finalmente, fue invadida por el ejército Chino, que derrotó a los rebeldes. China ejerció su poder sobre el Tíbet, apoyada por Gran Bretaña y Rusia, cuando en 1907 firmaron un tratado en el que otorgaban a China la soberanía del Tibet.
En 1911 se proclamó la Republica China, hecho que obligó a las tropas de la ocupación que se encontraban en el Tíbet a regresar. 
El Dalai Lama aprovechó esta oportunidad para restablecer su control, firmando en 1913 un tratado con Mongolia en el que se reconocía su mutua independencia respecto a China.

Tras la Segunda Guerra Mundial, China tuvo que ocuparse de un importante conflicto interno: la Guerra Civil que el Partido Comunista de Mao Tse-tung libraba contra el Gobierno de Xian Kai-shek. En 1949 Mao sale vencedor y proclama la República Popular de China. 
Tras la victoria de Mao, algunas tropas del derrotado Xian Kai-shek se instalaron en los alrededores de Lhasa. Mao, que había prometido liberar el Tíbet, ordenó en 1950 al Ejército de Liberación Popular de China entrar en la región y acabar con las fuerzas enemigas. Tras la victoria sobre tropas de Kai-shek y tropas tibetanas, el gobierno del Tíbet se vio obligado a negociar.

Mao Tse-Tung. Fuente: Wikipedia

En 1955 el Gobierno chino creó un sistema paralelo de administración con el “Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet”. A la vez, en las provincias vecinas de Amdo y Kham (provincias chinas pero étnicamente tibetanas) los chinos comenzaron a poner en práctica políticas restrictivas y duras, como confiscación de riquezas de monasterios budistas, reclutamiento de mano de obra forzada, reforma radical en la tenencia de las tierras… A causa de esta represión, se desarrolló el levantamiento de Litang, en 1956.
Este levantamiento fue la primera de una serie de revueltas contra el Gobierno chino. La respuesta a los levantamientos fue dura, y el Ejército chino bombardeó pueblos y ciudades en el Tíbet. Ante esta situación, el decimocuarto Dalai Lama huyó a la India en 1959 y renunció al Acuerdo de los Diecisiete Puntos. En marzo las revueltas llegaron a la capital del Tíbet, Lhasa. 

El Dalai Lama después de escapar de la invasión China. Fuente

En 1965 el territorio tibetano se reorganizó como la Región Autónoma del Tíbet, con lo que el Tíbet pasó a ser una región administrativa de igual estatus jurídico que cualquier otra provincia china. China puso al frente del gobierno tibetano al Panchen Lama, la segunda autoridad del Tíbet, ya que el Dalai Lama se encontraba en el exilio. 
Durante los años sesenta y desde el establecimiento de la Región Autónoma del Tíbet, el Gobierno chino llevó a cabo un reasentamiento de población china a gran escala para ‘colonizar’ el Tíbet y prosiguió con leyes que cambiaron la tradición tibetana, como la introducción de la educación secular. En la década de la Revolución Cultural china (1966-1976), el Tíbet sufrió serios daños en su patrimonio cultural y en su herencia budista. Miles de templos, montarios y bienes culturales tibetanos fueron destruidos, y varios monjes fueron asesinados.

Destrucción de las instituciones culturales tibetanas. Fuente.


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